El Síndrome de Ovario Poliquístico es una alteración hormonal que afecta entre el 6 y 10% de las mujeres en México, principalmente aquellas en edad fértil. En el SOP hay muchas variables que influyen en su sintomatología y progresión, uno de los principales es la alimentación; en donde lo más importante es mantener los niveles de glucosa dentro de rango y disminuir la inflamación sistémica.
Una dieta individualizada es parte fundamental del tratamiento, pero los siguientes puntos ayudan en el control de esta enfermedad:
Consume suficiente de verduras y frutas: esto ayudará a cubrir los requerimientos de vitaminas y minerales, así como de antioxidantes. Además de aportar una cantidad importante de fibra. En el SOP es frecuente tener sangrados irregulares y en ocasiones abundantes por lo que el consumo de alimentos altos en hierro y vitamina C es básico.
Verduras como berros, acelgas, espinaca (en general hojas verde intenso), pepino, cebolla, pimientos, zanahoria, col, lechuga, espárragos, alcachofas, calabacitas, brócoli, coliflor (y las de temporada) son recomendables ya que una dieta adecuada en fibra ayuda al control de la glucosa en sangre (que es un síntoma común en este síndrome).
En cuanto a frutas se refiere, que sean frescas y de temporada, prefiere la fruta entera para tener mejor aprovechamiento de la misma; el almíbar u otras conservas pueden elevar el estado de inflamación o el nivel de glucosa en sangre.
Esté o no presente la resistencia a la insulina, es importante mantener un consumo adecuado de hidratos de carbono para no agudizar los síntomas o acelerar su progresión.
Los cereales son parte importante de cualquier dieta (recuerda que los cereales no son sólo los que viene en cajita), intenta elegir aquellos altos en fibra como la tortilla de maíz, avena, amaranto, el pan de panadería como bolillo o baguettes integrales o de masa madre y no consumas de manera frecuente pastas, tortillas de harina o pan de dulce, prefiere natural y reduce el consumo de los industrializados.
Grasas, en la nota anterior les escribí de la importancia de las grasas, y este caso no es la excepción. Las grasas más adecuadas son aguacate y aceite de oliva, y ocasionalmente un poco de oleaginosas. Ni más ni menos de las que tu cuerpo necesita.
La proteína siempre es necesaria, pero lo mejor es equilibrar entre el consumo animal y vegetal. El pescado y el cerdo (ambos con carne magra son bajos en grasas saturadas) y podemos complementar con leguminosas como frijol, lenteja o garbanzo, que nos aportan proteína y una importante cantidad de fibra.
Importante señalar que más que el peso, es importante mantener un porcentaje de grasa saludable. Acude al nutriólogo para que te diga lo ideal para ti. Te espero en el consultorio.
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