Y sí, me estoy creyendo eso de que repetimos todo lo que no aprendemos…
Cuando somos niños nos enseñan a seguir las pautas para ser parte de la sociedad en la que vivimos, si tenemos suerte se nos enseña a elegir, a ser críticos y a usar el cerebro. Pero al mismo tiempo, esto que menciono es lo que nos hace pensar: ¿y si no quiero ser parte de esto?, ¿si no quiero vivir en esta sociedad, que, perdón, pero cada vez está más metida en trivialidades o en problemas tan irracionales, o simplemente se aleja de mis ideales?
Es difícil darnos cuenta de que no queremos lo que hemos visto toda la vida, pero más difícil aceptarlo, porque no es cómodo.
Es difícil ser la generación que le dice a sus abuelos que no quiere tener hijos, porque es algo que simplemente no pueden entender; es difícil decirles que te divorcias por tercera vez o que te vas a vivir en unión libre… o que eres bisexual (cómo sino fuera impactante para las pobres abuelas que a sus nietos les gusten los niños… ahora procesen la teoría queer y el poliamor) pero es lo que tocó.
Somos la generación a la que nos dijeron: “estudia y te irá bien”, pero la neta yo digo que somos la generación que si no estudia pero se pone chingón, le puede ir mucho mejor. Y si tuviera hijos en este momento les diría: “no estudies, pon un negocio”.
En fin, se nos vende una vida bonita, un “haz cosas buenas y te pasarán cosas buenas”, pero no, ojalá nos dijeran que la vida es una rueda de la fortuna en la que te toca lo que toca llegues temprano o no, que vienes al mundo con la única seguridad de que no vas a controlar nada. Que puedes hacer todo lo que se espera de ti y aún así te puede llevar la chingada, y sí… tal vez nos decepcionaríamos menos…
Y el punto no es que se quieran aventar al metro (porque ya bastantes cosas pasan en la nota roja como para que le sumen algo), el punto es, aprender, aunque sea tarde, que la vida no es como quieres, que puedes hacer cosas para mejorarla y sí, también puedes disfrutarla bastante, pero de que te va a tocar algo horrible va a pasar… y lo horrible puede ser que no te den la beca en Francia o que se te rompa el tacón llegando a la fiesta (aunque en pandemia ni hay fiestas, ni la gente usa tacones)… o perder tu casa por un fraude o perder un órgano por una negligencia médica… porque no, no solo a la gente “mala” le pasan cosas malas… y porque no, hacer las cosas bien, no garantiza que seas recompensado por ello (al menos, no más allá de la satisfacción personal).
No, no vas a poder planear toda la vida, y esa es quizá mi lección más importante, porque no pueden decirle a “la loca del control” que “esto no va”. Puedes ser un poco más organizado, puedes dar lo mejor de ti, puedes hacer el bien y sí, tendrás satisfacciones pero la vida no será perfecta y lo único seguro es que de lo que no sale bien, aprendemos… o no, pero si no aprendemos, repetimos y nos condenamos a ser el hámster corriendo en la rueda que no llega a ningún lado.
Lo único que puedo decirles con certeza es: si te caes, sí levántate. A veces vale más la pena que otras, pero si te quedas ahí tirado la cosa, seguro, se pone peor.
La vida es como la escuela, aprendes más con el 6 que con el 10. Te acuerdas más de la materia que te costaba pasar que de la que se te facilitaba. Pero un día, sin duda, te deja de preocupar la boleta.
Ahora: como no quiero dejarlos tristes y desesperanzados, ¿qué es lo más doloroso o frustrante que les ha pasado?, ¿qué hicieron con eso?, ¿qué aprendieron?, ¿lo harían distinto la próxima vez?
Si no tienen respuestas… les va a volver a pasar hasta que las tengan. Así que porfa, no sean el clásico que no controla su glucosa y lo mandan al hospital un par de días, y luego ya casi no ve y luego vuelve a que le amputen la pierna y luego lo dializan… porque básicamente es como ya saber que va a venir en el examen y no estudiar, pero el extra siempre, siempre va a estar “más perro”… o si sí quieren serlo, asuman su responsabilidad y está bien, eso también es una lección.
Nota extra: eso de la amputada es un ejemplo mucho más simple de lo que hacemos con lo que no se ve, así que ojo.
Los abrazo y los leo.