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SALUD Y BELLEZA, ¿PARADOJA O REALIDAD?

Mucho puedo decir de estos conceptos, de hecho, mucho dice todo el mundo, no hay un solo día que no escuche  la salud y la belleza ligados, pero el problema es cuando la belleza viene completamente desligada de la salud. Nos han educado en un mundo de apariencias, sin duda, en un mundo donde el ser se ha dejado de lado, a veces por el tener, a veces por la apariencia. No profundicemos tanto y hablemos de Instagram (mi red social favorita), comprobado está que nadie sube el lado “malo” de su vida, está lleno de momentos positivos, lindos, felices, etc. y está increíble, pero vamos, ¿Sí estamos conscientes que la vida no es siempre felicidad y emoción plena, que no todo se ve bonito y que también, estar “mal” se vale?

La sociedad presiona para verte exitoso, musculoso, deportista, poderoso y feliz, y al hombre le toca la parte más fácil en cuando a imagen, porque no es un deber entrar en una falda talla “0”,  despertar con cara de princesa, trabajar #porqueigualdad, traer las uñas perfectas, la piel más suave que un bebé, cabello y maquillaje perfectos, mientras eres madre, ejecutiva y otros tantos roles… y no, no me digan que no porque a las pruebas me remito y nuestra sociedad es cruel (lo digamos o no).

Si lo anterior no los convenció, explíquenme  el dicho popular “Como te ven te tratan”, ejemplos tengo sin fin, así que mientras lo aceptan o no, les cuento como vivir con las exigencias del deber ser sin morir en el intento:

Paso 1. El más difícil… La belleza es siempre de adentro hacia afuera, no es para ser muñec@ de aparador de nadie, es para gustarte a ti, para verte en el espejo despeinad@, recién despiert@ y que te guste lo que ves. Lo que digan los demás… es lo de menos

Paso 2: la salud es belleza. Y si, nada más trillado, pero es real, una piel hidratada y bien nutrida es el primer paso para que el botox y todos los faciales funciones (Hombres, sí comen bien, huelen bien… y nadie se resiste a eso). Vayan al nutriólogo y luego van al facial, hagan sus chequeos y tomen medidas de prevención (si no es por consciencia, háganlo para ahorrar, enfermarse sale caro)

Paso 3: ¡Quiérete!, quiérete mucho, ponte como prioridad, piensa en ti y trabaja para ti. Te quieres sana: ¡Cuídate tú!, no tu esposa, no tu hijo, no tu novio, ni la nana ¡tú!

¿Fácil?, no tanto verdad, pero como les dije, estamos trabajando en sorpresas que les harán este proceso mucho más fácil.

Por lo pronto, les dejo unas preguntas para que vayan pensando algunas cosas:

¿Comes lo que te gusta o lo que “debes” comer?

¿Te sientes bien la mayor parte del día?

¿Te vistes como te gusta, o cómo “debes” hacerlo?

… Nos leemos pronto.

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