Hace algún tiempo que mis notas van un poco más de factores psicológicos o emocionales y me alejé un poco de los aspectos médicos. Me parece que en el boom de la nutrición intuitiva, de la salud en todos los cuerpos, de aceptar el cuerpo y todas estas corrientes, con las que cabe decir: estoy total, absoluta y completamente de acuerdo; debemos también considerar un equilibrio y no dejar de ver los factores de riesgo que existen a nuestro alrededor.
Si bien es cierto que no necesitamos ser barbies, ni modelos de revista, y que tener un peso bajo y una obsesión por la delgadez tampoco son un ejemplo de salud, les recordaré un poco de la fisiología del cáncer, porque no he conocido en mi vida un paciente con cáncer que no haya tenido historia de obesidad (que no puedo afirmar que no lo haya, solo que no lo conozco).
Intentaré explicarles de la manera más digerible posible como la obesidad, que no es necesariamente el peso, está relacionada con la fisiopatología del cáncer.
Para empezar ambas enfermedades son de carácter inflamatorio, la obesidad implica una inflamación córnica de bajo grado, lo que causa daño en el ADN y eso hace que nuestro sistema de defensa se “descomponga”, las citocinas, la calidad celular, la respuesta inmune… todo cambia; en el cáncer sucede un poco lo mismo, las células no saben como reproducirse y el cuerpo está en descontrol.
Las células de grasa cambian la regulación hormonal, producen adipocinas que inhiben o estimulan el crecimiento de la célula.
Las mujeres con sobrepeso y obesidad tienen entre 2 y 4 veces mayor riesgo de presentar cáncer de endometrio, mientras que la obesidad mórbida representa un riesgo 7 veces mayor.
Muchas cosas podría decirles del cáncer, cómo que una úlcera gástrica a la que no le damos importancia puede evolucionar a cáncer de estómago, o una lesión causada por reflujo a cáncer de esófago… pero lo que me gustaría que se llevaran es: sí, el cáncer tiene un factor genético, pero no es el más importante. Los estilos de vida son los que definen nuestro estado de salud enfermedad en casi todos los casos. Sí hay cuerpos hermosos en todas las formas y tamaños, solo asegurémonos de que estén sanos. Seamos responsables de nuestra salud, seamos libres de hacer lo que queremos, pero seamos lo suficientemente responsables para asumir la consecuencia.
Nos vemos pronto.
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